Cante: Luís Heredia "El Polaco" y Esperanza Fernández - Piano: Antonio de El Viso - Guitarra: Miguel Ángel Cortés y Manuel Herrera - Palmas: Joselito Fernández y Jorge Pérez
Andrés Carmona León ya socio de honor de la Peña, tuvo un emotivo recuerdo hacía su padre gran aficionado del flamenco.
Cuarenta
años de entrega hacia el Arte Flamenco
es una guarismo que causa respeto y naturalmente ha de ser ratificado en
función de la labor desarrollada por uno de los principales responsables de que en este largo periodo, la Peña Cultural Flamenca de El Carpio haya desarrollado su extenso programa, que dice mucho de su
compromiso en la difusión de la cultura
andaluza, transferida más allá del estricto campo de su circunscripción, lo que le otorga un
marchamo de honorabilidad dentro del universo peñístico de esta tierra.
Andrés
Carmona es un caso paradigmático de afición en el panorama flamenco y cultural de antes y
ahora, y como tal lo ha reconocido su Peña ofreciéndole un homenaje a todas
luces merecido que obtuvo la respuesta unánime de amigos del mundo del
Flamenco, Instituciones, Peñas, Federación de Peñas Flamencas de Córdoba y
Provincia, clase política… y el inquebrantable respaldo y cariño de su familia, sin la cual no hubiera sido
posible llevar a cabo tan larga y ardua
tarea.
Para
exaltar este evento se contó con dos cantaores de la talla de Luís Heredia "el
Polaco" y Esperanza Fernández, que dieron lo mejor de sí mismos en el escenario
del rebosante Teatro Municipal de El Carpio; movidos por el afecto ensolerado
de su vieja amistad con el homenajeado.
El primero,
ayudado por la espléndida guitarra de Manuel Herrera y el ocasional piano de
Antonio de El Viso, desgranó lo mejor de su repertorio que comenzó con los
aires caracoleros, donde no podía faltar el famoso "Carcelero",
y el guiño a su paisano Enrique Morente, en su versión personal de la impagable
y recordada Estrella. Los tangos, las granainas los fandangos del Carbonerillo, El Rubio y el
Gloria, la solea apolá en su versión de Ramón el Portugués y Cobitos, y las bulerías, rivalizaron con el de la sevillana
Esperanza Fernández, teniendo en la
exuberante guitarra de Miguel Ángel Cortés cumplida respuesta en la malagueña de la Trini, que culminó con la
jabera, el jabegote y los fandangos de Frasquito Yerbabuena, para continuar con
la caña, la seguirilla, alegrías de Cádiz, con recuerdo a Córdoba., tangos y
unas bulerias donde dejó constancia, además, de su capacidad y desenvoltura
rítmica en el baile.
Pero
independientemente de la valoración del hecho
artístico, se trataba de reconocer a uno de los mas importantes valedores de esa emblemática Peña que lleva tiempo irradiando su luz en una demarcación que artísticamente no se comprendería muy
bien sin su resuelta implicación en torno al hecho flamenco.
Francisco del Cid
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Agradezco a los presentadores Felipe Gutierrez y Antonio Cantizano por su dedicación y buen hacer el día de mi homenaje; a mis familiares, amigos, socios de la peña y entidades flamencas por su asistencia y cariño demostrado. A. Carmona
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